Villa en Salobreña, decorada con mucho gusto, con increíbles vistas al mar, piscina y amplio jardín.
Una vez que descienda los escalones desde el nivel de la calle hasta esta hermosa villa, pensará que acaba de llegar a las Bahamas. Desde la calle no se puede imaginar el paraíso tropical que se extiende bajo sus pies, ya que goza de total privacidad. Nada más entrar a la casa por el patio, el suelo claro te dará la sensación de estar caminando sobre arena blanca. ¡Solo quieres quitarte los zapatos y seguir descalzo! El mar te saluda a través de las puertas y ventanas que conducen a la terraza cubierta y al jardín con la piscina infinita privada. Es difícil describir la sensación que se obtiene al entrar en la villa, ya que muchos estilos se combinan a la perfección. Tiene una mezcla de elementos asiáticos, bohemios e ibicencos que desarman a cualquiera que entre en este oasis.
El hall de entrada da acceso a la sala de estar, la cocina americana y el pasillo que conduce al baño y tres dormitorios. La sala de estar es luminosa, y la decoración bohemia te hará sentir inmediatamente en paz con todo lo que te rodea en esta villa, donde cada detalle conecta y se siente justo como debe ser. La villa fue construida en los años setenta y ha mantenido sus detalles carismáticos que encajan a la perfección con la decoración moderna y acogedora. Desde cualquier punto de la villa se puede disfrutar de las vistas al mar, a la montaña y al pueblo de Salobreña con su castillo árabe, gracias a las numerosas ventanas y puertas correderas.
El salón rodea la chimenea ya su izquierda encontrará el comedor con la cocina abierta. Al preparar una comida en la luminosa y cómoda cocina, volverá a disfrutar de las vistas abiertas, mientras contempla la piscina infinita y el jardín verde y maduro. Un lavadero se encuentra al lado de la cocina. Aunque nos gustaría salir a la calle para disfrutar de las vistas y el jardín tropical, continuamos dentro de la casa, subiendo la única escalera hasta el dormitorio superior en la pequeña torreta. Desde este acogedor dormitorio tienes diferentes vistas desde cada una de las tres ventanas, y en realidad parece que fueran tres cuadros en la pared. La ventana de la izquierda ofrece vistas a las montañas verdes, donde verá la nieve en sus cimas durante el invierno. A través de la ventana del medio puede disfrutar de los paisajes verdes de los campos y Salobreña, mientras que la ventana a su derecha es una pintura azul, con el mar y la costa debajo de su propio castillo privado.
De vuelta en el pasillo de la planta baja, encontrará el baño con ducha con formas moriscas. Un patio entre el baño, el pasillo y los dormitorios proporciona luz y ventilación natural, por lo que el aire acondicionado apenas se utilizará en verano. A mano izquierda, hay un primer dormitorio con armarios empotrados y acceso directo a la terraza cubierta. El segundo dormitorio de la izquierda, también con armarios empotrados, se utiliza actualmente como salón adicional, convirtiendo el dormitorio principal en suite. El espacioso baño ofrece el lujo de elegir entre un relajante baño o una refrescante ducha, mientras disfruta de la luz natural del patio. La suite continúa hasta el dormitorio principal, donde puede salir por la izquierda a la terraza y disfrutar del increíble entorno azul. A su derecha hay un vestidor con acceso directo a un amplio trastero, al que también se puede acceder a través del patio de la entrada.
¡El exterior de esta propiedad le gustará casi incluso más que el interior! La amplia terraza cubierta, accesible desde todos los dormitorios y la sala de estar, será su lugar favorito para relajarse durante todo el año, incluso tiene una chimenea para calentarse durante las noches frescas de invierno. Esta terraza tiene vistas a la gran piscina de casi 35 m2, al jardín y al mar. Desde la terraza cubierta, desciende a un gran espacio adicional que ofrece vistas panorámicas y se puede transformar fácilmente en otro dormitorio, sala de juegos o cine. En este nivel también encontramos un baño y un lavadero para la maquinaría de la piscina.
De vuelta en el jardín, que se encuentra en el nivel principal de la propiedad, continuamos hacia la piscina infinita blanca que brinda total privacidad como si estuvieras en una playa privada en Ibiza. Un jardín tropical verde rodea la piscina, y puede ducharse entre bambú blanco en la ducha ibicenca, sin necesidad de entrar a la casa. Todo en esta villa es redondo y está conectado, por lo que puede caminar por toda la casa y acceder al jardín desde casi cualquier habitación, lo cual es realmente conveniente.
El jardín maduro sigue la forma natural de la montaña, donde puede descansar en total privacidad a la sombra de los árboles, arbustos y flores tropicales. Esta villa está construida predominantemente en una sola planta, en una parcela de aprox. 1500 m2, mientras que la mayoría de las otras propiedades en esta exclusiva urbanización están construidas en parcelas mucho más pequeñas.
